martes, 24 de enero de 2012

Escuchando Principio de incertidumbre, Ismael Serrano.





No cruces la línea, dicen.
A la que llamo la de las posibilidades.
Ten cuidado.
Estamos cansados de escuchar negativas del tipo; es demasiado mayor para ti, no te conviene, este trabajo es una auténtica mierda,  tal vez en otra ocasión, etc. ¡Qué repetitivos! También para repetitivos este tipo de cuestiones, digo cuestiones porque la palabra consejo podría poner furioso a cualquiera, a las que he llegado a pensar que nos hemos vuelto inmunes. Espero que no sea así y que simplemente se convierta en algo fácil de olvidar cuando creemos que estamos en lo cierto.

No todo son desastres, también existen momentos en que se da una vuelta de 360 grados y entonces las vistas son maravillosas.
Pero pongámonos en el caso de que en un primer momento no sucede así, sino que hay una línea que nos marca donde parar, una línea que nos recuerda las consecuencias de saltar, ¿al vacío?, sí llamémoslo saltar al vacío porque no deja de ser un salto a la incertidumbre. No hay nada seguro. De ser así  las posibilidades no existirían, no cabría lugar para la duda y este post no tendría sentido, y hasta ahora intento ayudarme de la lógica para escribir, (si me equivoco podéis decirme; no estás en lo cierto, tal vez te salga mejor en otra ocasión, o si lo preferís, este post es una auténtica mierda). Me lo tomaré de manera constructiva.


Es en ese encuentro entre regresar o sumergirse, entre dormir o despertar, es dónde nuestras opciones cobran vida, dónde o luchas por lo que quieres o bajas la guardia y otro lo hará en tu lugar.
Dónde te valoras a ti mismo y cruzas tu línea o vuelves y ves como desaparece al mismo tiempo que intentas justificarte por no haberlo hecho.
La línea que pudo cambiarlo todo.
La línea que tal vez dé sentido a nuestras vidas.
Y digo tal vez…


Decidas lo que decidas lo importante es que esa decisión haya sido tuya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario