Ni el recuerdo nos puede salvar

Ayer, mientras descansaba de la primera madrugada del año, sonaba de fondo uno de los conciertos de Ismael Serrano y en una de sus muchas historias recitó una frase sabia del Señor Silvio Rodríguez de la canción Óleo de una mujer con sombrero, ni el recuerdo nos puede salvar, ni el mejor orador conjugar... y hoy entre el nuevo año, el recuerdo y eso quise escribir algo.

En la medida de lo posible intentaré dejar este 2012 como algo pasado, haya sido bueno haya sido malo pero pasado. Diréis que extraño…

Esta es una carta de amor para todos aquellos que lean esto y lo entiendan que no es fácil y en especial para ti,  que ahora he reparado en que a veces no querer sacar tantas fotos no es tan malo, por ejemplo.

Supongamos que no ha sido un buen año, que no ha sido ese gran año que todo el mundo espera cuando comienza, con sus propósitos y sus historias…pues de ser así prefiero elegir no recordarlo.  Pero y si fuese el mejor ¿Te gustaría recordarlo? Pues claro… siempre hay que quedarse con lo bueno de todo ¿no? Tendemos a recordar lo que queremos. Lo que no queremos lo desechamos, como de usar y tirar vamos. Muy fácil.

Pues yo entonces pensándolo bien hay millones de cosas que podría recordar entonces y que no hago o no consigo hacer, no lo sé… millones. Supongo que no consigo acordarme de ellas porque ya han pasado, ya no están. Y sus razones tendrían claro.

Por ello me gusta pensar que no necesito recordar por ahora, porque recordar creo que es exactamente volver a resucitar algo del que en algún momento te has olvidado. ¿Entonces, como es eso de querer lo que olvidas? ¿Cuándo te olvidas ya no lo quieres pero luego te acuerdas de lo mucho que lo quisiste y quieres volver a quererlo? Na…

Yo prefiero no tener que acordarme de nadie, así sé, que de las personas que quiero no me olvido nunca.

Y no penséis que ha sido un mal año, no, ha estado bien; todavía esas cosillas que quiero tanto siguen aquí.

No es un año más, es un año menos.

Feliz 2013 J